Altos de Yara prevé 2.250 toneladas de sus manzanas ‘made in Soria’
La empresa acaba de lanzar al mercado su marca Altos de Yara, ya que hasta el momento la producción de Valverde la comercializaba como Finca Señorío de Rioja
La empresa de manzanas Finca Señorío de Rioja que gestiona la explotación de Valverde de Ágreda ha lanzado hace unas semanas su marca Altos de Yara cien por cien ‘made in Soria’, ya que hasta el momento la producción de su plantación de Valverde de Ágreda estaba siendo comercializada junto con el resto de producto de Finca Señorío de Rioja, en la localidad riojana de Igea y próxima a Valverde. Y ha comenzado con manzana fuji, que supone aproximadamente el 50% de la producción actual de Valverde, según explica Raúl Sanz, propietario y promotor de Altos de Yara. «Por razones de estructuración del mercado, la marca ha comenzado a introducirse en Cataluña», pero se irá extendiendo a lo largo del año por el resto del territorio nacional e incluso por otros países, tal y como indicaron desde el departamento de ventas de la firma. Y es que hasta ahora la empresa exporta desde hace años con la marca Finca Señorío de Rioja aproximadamente un 20% de todas sus ventas, y «con Altos de Yara el camino será similar, si bien este año será de prueba para ver cómo funciona la marca en el mercado».
Lo cierto es que este año la campaña se presenta más que excelente, hasta el punto en el que confían en aumentar en un 50% la producción de la pasada campaña. Así, se podría superar los 2.250.000 kilos de manzanas en su cuarta temporada, «si todo va bien», indicó Raúl Sanz, ya que en este momento las perspectivas de producción son excelentes, «debido tanto a las bajas temperaturas como a las precipitaciones de este invierno». Pero la explotación no estará a pleno rendimiento hasta el año que viene, cuando será la quinta temporada, conocida en el mundo frutícola como ‘la quinta verde’, con una previsión de entre 2.500.000 y 3.000.000 de kilos.
En estos momentos de parada vegetativa invernal el trabajo principal es la poda y el mantenimiento de la finca. A ello se están dedicando los 15 empleados que tiene de forma permanente la empresa, que cuenta con una media anual de 30 puestos de trabajo, pero que llega a alcanzar una plantilla que supera el medio centenar en picos de máxima producción, como es el caso de la recolección y cosecha de las manzanas. «En las épocas de mayor carga laboral, como la plantación, la floración o la recolección este grupo aumentará hasta alcanzar los 50 empleado», confirmó.
La empresa quiere controlar y asentar esta plantación pero no descarta ampliaciones a medio plazo, si bien es cierto que esta proyección de futuro está condicionada a la concentración parcelaria de Valverde de Ágreda y la instalación del regadío. Además, confía en que su experiencia sirva para «animar» a otros empresarios o agricultores de la zona a apostar por la fruta. «Creemos que esta plantación puede ser un revulsivo, porque si a nosotros nos va bien puede que otros agricultores conviertan fincas de cereal en terrenos para frutales», sentenció.
Siempre y cuando se haga la infraestructura necesaria: «Hay en la zona un plan de modernización de regadío y concentración parcelaria tras el cual será muy interesante informar a los agricultores de nuestros ensayos y expectativas económicas», añadió Raúl Sanz. Para Sanz si aseguramos el agua la producción está garantizada, y es una producción perfecta, y por lo que parece la captación que hay del proyecto asegura el riego, lo que sería un proyecto que vendría bien para todos y que «los agricultores de la zona no pueden dejar perder este tren, porque si no se suben ellos lo harán otros de fuera».
Raúl Sanz reconoció que se lo está «jugando todo a una carta», en referencia a la apuesta realizada primero en La Rioja y ahora en la provincia de Soria, lugares atípicos para la producción de fruta. «Lo de Igea fue un experimento porque tanto allí como en Valverde de Ágreda antes se plantaban árboles frutales, pero después se apostó más por otras zonas, como Lérida, pero hemos demostrado que se puede lograr una manzana de alta calidad y en apenas cinco años nos hemos posicionado en el mercado gourmet», aseguró.
Porque gracias a que el regadío está empezando a ganar terreno, son varias las empresas que han apostado por producir en Castilla y León, motivados por la altitud. En Soria además de Altos de Yara se encuentran Nufri, que adquirió hace ya diez años la antigua finca de Ebro Puleva en La Rasa, 1.050 hectáreas, con un proyecto para plantar 700 hectáreas de manzanos; y Deda Ebro, ubicada en San Esteban de Gormaz, que cuenta con una plantación de 70 hectáreas. Y es que la temperatura disminuye un grado centígrado por cada 180 metros de ascensión. Con ello se logra más horas de frío, más cantidad de hidratos de carbono (glúcidos o sacáridos) y más aroma por la insolación y sequedad. Así a mayor insolación, existe un mayor número de cloroplastos, con lo que se produce mayor elaboración de almidón y la fruta es más dulce.
Pero la apuesta de la empresa no se queda en las manzanas. Lleva ya dos años cultivando tomate al aire libre con gran éxito comercial. Dedicó una superficie de 7.000 metros cuadrados con 12.000 plantas de tomate que dieron una producción de 100.000 kilos, de modo que este año Altos de Yara va a continuar con el proyecto. De igual modo, está haciendo ensayos de otras variedades de manzanas y tomates para ver cómo se adaptan a este terreno, pero también de alubias, cerezas y albaricoques.
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