El proyecto para encajar la calzada romana en la A-11 estará en otoño
Una vez redactado el modificado del tramo entre Venta Nueva y Santiuste será necesario aprobar el gasto que encarece el proyecto cerca de cinco millones
El Ministerio de Fomento contará en otoño con el proyecto ya redactado en el que se recoge el modificado del tramo de la Autovía del Duero entre Venta Nueva y el enlace de Santiuste obligado por la presencia de una calzada romana. Cerca de un año ha durado esta redacción que permitirá encajar la vía que comunicaba Uxama con Numancia en época romana en el recorrido de la A-11, una vez que la Comisión de Patrimonio Cultural de Castilla y León, dependiente de la Junta, aprobó en agosto del año pasado el anteproyecto presentado por el Ministerio para la integración de esta parte del itinerario Antonino en la futura autovía.
Según indicó el subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, la redacción del modificado estará concluida y aprobada antes de otoño, para a partir de ahí fiscalizar el gasto y autorizarlo, ya que este ajuste supone un sobrecoste a la obra del tramo que ronda los cinco millones, como recordó Latorre.
La Junta de Castilla y León tendrá que volver a dar el visto bueno al proyecto ya concretado, como hizo cuando Fomento le presentó la proyección de cómo se conservaría la calzada romana haciéndola compatible con el desarrollo de la infraestructura viaria.
Deberán pasar por tanto varios trámites hasta que la ejecución material de la obra pueda retomarse en este subtramo, puntualizando que el resto del recorrido entre Venta Nueva y enlace de Santiuste ha mantenido su actividad de avance en los últimos meses, con una ejecución que rondaba el 50%.
El subtramo lleva paralizado desde febrero de 2017 cuando la calzada salió al exterior como consecuencia de las obras, algo que estaba previsto por cuanto se conocía sobradamente la presencia de esta vía romana, catalogada dentro del denominado itinerario Antonino. Se encuentra en un tramo de unos seis kilómetros, entre el puerto de El Temeroso y Venta Nueva, en los términos municipales de Blacos y Calatañazor.
Los desencuentros durante casi año y medio entre el Ministerio de Fomento y la Junta de Castilla y León, en concreto su área de Patrimonio, demoró la solución hasta julio del año pasado cuando el Gobierno regional aprobó la nueva propuesta de Madrid para encajar la calzada en el recorrido.
La modificación permite que sea posible el recorrido de esta vía romana por los visitantes, apoyado todo ello en medidas de interpretación visual del itinerario.
La intervención se concreta en cuatro puntos de este tramo. En dos de ellos se va a elevar el trazado de la autovía para garantizar la conservación de los restos romanos, de forma que, simultáneamente, se posibilita la contemplación de la vía romana; en otro tramo se desviará ligeramente el eje de la traza de la nueva autovía, para evitar totalmente que se vea afectada, y en el último tramo afectado se ejecutarán dos muros pantalla que sujetarán los desmontes que precisa el proyecto de autovía, de manera que se minimice al máximo posible la afección a la calzada, tal y como informó en su día la Comisión de Patrimonio Cultural de Castilla y León. También utilizará un paso superior para contemplar la calzada y enlazar con un camino de servicio.
La propuesta a la que la Junta ya dio el visto bueno inicial contiene además la construcción de dos puntos de interpretación en las inmediaciones de los hallazgos, la implantación de caminos de acceso para los visitantes, la colocación de paneles informativos y de señalización y otra serie de acciones para la puesta en valor de este bien cultural.