Micocyl no da por cerrada una de las más escasas temporadas de los últimos 20 años
El proyecto constata desde 1995 hasta la actualidad un retraso de al menos dos semanas en el inicio de la fructificación de ‘Boletus edulis’ y ‘Lactarius deliciosus’.
Una campaña micológica «prácticamente nula hasta la fecha». El director científico del programa Micocyl, Fernando Martínez Peña, constata la temporada como una de las cuatro peores de los últimos veinte años de estudio en los campos de ensayo, junto con 1995, 2004 y 2005, si bien no la da por concluida, en vista de las cambiantes condiciones meteorológicas de los últimos meses que están retrasando la época de fructificación. Y es que, como señala el científico, «la previsión de más de una semana no es fiable».
Reconoce, no obstante que es «poco probable» que algunas especies como el ‘Boletus edulis’ se recuperen a estas alturas, con una producción registrada en las parcelas de investigación micológica Micocyl en los bosques de pino albar de Pinar Grande de 0,43 kilos por hectárea, es decir, «prácticamente nula hasta la fecha en 2016, ya que tan solo han fructificado algunos ejemplares en zonas con humedad edáfica, tales como trampales, orillas de arroyos o fuentes», explica Martínez Peña, quien recuerda que la producción el año pasado fue de 13 kilos por hectárea y la media de los últimos años es de 32 kilos por hectárea. «El año récord se registró en 2014 con 103 kilos por hectárea».
En cuanto a la producción de níscalos (‘Lactarius’ grupo ‘deliciosus’), también ha sido «prácticamente nula» hasta la fecha en la zona de Pinares de Urbión y zona de Pinares Llanos de Almazán. «Si comparamos los datos procedentes de las parcelas de investigación la producción de níscalos del año pasado fue de siete kilos por hectárea y el año récord se registró también en 2014 con 80 kilos por hectárea en la zona de Almazán», añade el director científico de Micocyl.
De lo que no queda duda es de que hasta la fecha está siendo un otoño de baja producción. «Si comparamos con el año medio ya se deberían haber generado el 90% de la fructificaciones», constata Martínez Peña. A este respecto, vaticina que «las probabilidades de que se recupere algo la producción son bajas», si bien insiste en que está condicionada a las previsiones meteorológicas y éstas no son fiables a más de una semana vista. El motivo se debe a que ha sido un otoño mucho más seco y templado de lo normal. «La fructificación de los hongos silvestres comestibles requiere de unos mínimos de humedad que no se han alcanzado en general en los suelos forestales en otoño de 2016″, añade el científico.
Explica que la pasada semana se registraron importantes precipitaciones, pero también heladas que no favorecen la recuperación de la fructificación, en particular de las especies micorrícicas más tempranas como ‘Boletus edulis’, menos probable que puedan recuperarse».
Por el contrario, sí indica que hay especies de fructificación tardía, como la capuchina (‘Tricholoma portentosum’), que podrían salvarse con más facilidad. También las especies saprófitas como la seta de cardo (‘Pleurotus eryngii’), que «al no depender de los árboles reaccionan mejor si se vuelven a dar unas condiciones favorables de lluvias y ausencia de heladas».
Recuerda que en los últimos 21 años de estudio en Pinar Grande se han registrado otras tres campañas «de baja producción parecidas ocasionadas por episodios de sequía o por fuertes heladas; 1995, 2004 y 2005 fueron años de mala producción en Soria».
Y es que, señala que «lamentablemente los escenarios de cambio climático no son favorables para la región mediterránea». Los estudios científicos basados en las parcelas de investigación de Pinar Grande (durante 21 años de seguimiento semanal de datos), publicados en revistas de investigación internacionales «han constatado un retardo en el inicio de la fructificación de ‘Boletus edulis’ y ‘Lactarius deliciosus’ de al menos dos semanas comparando el periodo 1995-2004 y 2004-2013. Y también se percibe una pérdida de producción debido al calentamiento global».
Para primavera
En relación con la temporada de primavera, Martínez Peña cree que todavía es pronto para anticipar cómo será la producción de dichas especies, pero emplaza a los estudios científicos llevados a cabo en la comarca de Pinares, que han revelado que el marzuelo (‘Hygrophorus marzuolus’) «suele ser una especie bastante estable en cuanto a producción y frecuencia de fructificación».
Enlace Heraldo de Soria: http://www.heraldodesoria.es/noticias/soria/2016/11/15/micocyl-por-cerrada-una-las-mas-escasas-temporadas-los-ultimos-anos-1142461-1521032.html