Una perra soriana integra el mayor proyecto de producción de trufa negra de Sudamérica
Tina’ rastreó y encontró hace un mes la primera ‘Tuber Melanosporum’ en una plantación en la localidad bonaerens
Una perra de raza labrador nacida en Soria se ha convertido en pieza clave del mayor proyecto de producción de trufas negras de Sudamérica, emplazado en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
La perra se llama Tina y rastreó y encontró hace un mes la primera trufa negra Tuber Melanosporum, una variedad originaria de Perigord (Francia), en la plantación desarrollada por la firma argentina Trufas del Nuevo Mundo en la localidad bonaerense de Espartillar.
«Decidimos traer una perra entrenada de Soria -provincia con gran producción de este hongo-, desde donde vinieron además a auditar la plantación», asegura Gladys Rodríguez, una de las socias de Trufas del Nuevo Mundo y responsable del área comercial y de mercadotecnia de la firma.
La producción se realiza en un campo de 50 hectáreas, donde se han plantado 20.249 árboles -robles, encinas y avellanos- cuyas raíces han sido inoculadas con la trufa.
«El 4 de agosto tuvimos la alegría de tener la cosecha de la primera trufa, que en realidad nosotros, en nuestro plan de negocios, la esperábamos para el próximo año», contó Rodríguez.
Para hallar los denominados «diamantes negros» bajo tierra es necesario recurrir al fino olfato de los perros.
«La perra labradora, de seis años, ya es nuestra. Queda acá y nuestra idea es que tenga cría. Además, estamos entrenando otra perra, hija de otra perra que cazó trufas en otro campo, y que tiene 5 meses», contó Rodríguez.
El proyecto está orientado a exportar su producción, principalmente a Europa, pero también a difundir el consumo en Argentina, donde solo es conocida en los círculos «gourmet».